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Alimenta a tu cerebro!! Detox pre Navideño

Nuestra vida emocional, el estrés y otros disparadores de neurotransmisores cerebrales causan el fracaso de muchas dietas, así como el aumento desmedido de peso. ​

​Intervenir en esos mecanismos de las sustancias mensajeras en lo profundo de nuestra mente es una clave para mantener un estilo de vida saludable. No hay mucha gente hoy en día que haga la conexión entre el comer y las emociones, pero entender qué desencadena la conducta de comer emocionalmente puede ayudar a seguir los pasos necesarios para dejar de hacerlo.

La Navidad está cada vez más cerca y ya vemos en todos lados las decoraciones y costumbres típicas de estas fechas. Es una temporada en dónde todas las emociones están a flor de piel y cada persona las vive de manera diferente, algunas las disfrutan, mientras que otras por circunstancias personales, las asocia con tristeza, melancolía y soledad.

Con la llegada del invierno y de manera particular en diciembre, siempre nos preguntamos ¿por qué comemos más y subimos de peso?

En nuestro organismo se suscitan una serie de cambios que determinan que se llegue a comer mucho.

La comida en invierno viene a compensar toda la sensación de dinamismo y libertad que se produce en las estaciones anteriores que son más cálidas y con la disminución de la temperatura ambiental, el efecto es doble, por lo que la demanda calórica del organismo aumentan más, así como las ganas de comer más alimentos ricos en grasas y azúcares.

Es por eso que la ingesta de los carbohidratos aumenta la actividad de la serotonina, neurotransmisor relacionado con el placer y el bienestar.

Los cambios ambientales que se producen en invierno, concretamente la falta de luz, también provocan que el organismo aumente la segregación de algunas hormonas como la melatonina, que es la que se encarga de hacer que disminuya la temperatura del cuerpo.

Por ello, el organismo siente la necesidad de ingerir mayores cantidades de alimento para aumentar el aporte calórico para conseguir más calor corporal. Esto es lo que hace que en muchos casos tendamos a consumir alimentos como dulces y derivados.

Otro factor que propicia el comer de más es el aburrimiento, caracterizado por la falta de actividad gracias a las vacaciones de la temporada, lo cual es una de las principales causas que una persona coma de manera emocional con tal de suplir ciertos placeres que otorgan el resto de las actividades cotidianas.

En tanto para otras personas, diciembre es la época más ocupada del año.

Las presiones de trabajo se amontonan y los calendarios se llenan de compromisos sociales.

Las rutinas que normalmente nos mantienen sanos y felices como la clase de yoga, el gimnaso, las carreras matutinas, la comida casera, son las primeras cosas que se hacen a un lado.

Además del estrés adicional, comer mal y tomar en exceso puede exacerbar problemas como el estrés, la ansiedad y la depresión.

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